“La cocina de autor es poner tu personalidad en lo que haces y hacer que ese sentimiento la convierta en algo distinto" afirma el aclamado chef Ferrán Adriá. Este mismo pensamiento rondaba la cabeza de María de la Vega y fue la chispa que motivó el cambio hace ahora 13 años, empujándola a dar un giro radical a su vida, dejando a un lado su trayectoria en el mundo de la moda para reinventar la cocina tradicional española a su manera. Ahora, María es la creadora y alma de VE-GA, un proyecto gastronómico que cuenta con un área de catering, un restaurante ubicado en la calle Juan Bravo de Madrid y una tienda gourmet online, todos ellos imbuidos de la impronta y personalidad de su fundadora.
Su carácter emprendedor le viene de familia y, esto sumado a la pasión por la cocina que le viene desde su más tierna infancia, provocaron que María de la Vega diera el salto y apostara por dedicar su vida a la gastronomía con la elaboración de recetas de la alta cocina española con un aire vascofrancés a través de la creación de VE-GA Catering. Este proyecto comenzó como muchas de las ideas más importantes de la vida, poco a poco y de forma sencilla, a través de la venta de tartas, cajas de galletas y bombones elaborados artesanalmente por la propia María en la cocina de su casa y que fueron la puerta de entrada de una lista imparable de pedidos con servicio a domicilio de aperitivos y platos.
Pero su deseo de seguir compartiendo su pasión por la cocina hizo que VE-GA no se quedase ahí. Siguiendo el mantra que ha marcado el desarrollo de su proyecto: en el que el mimo y el cariño, cuidando cada detalle de cada creación, son las claves, María dio un paso más que se materializó en la creación de un Club Gastronómico exclusivo en su casita del jardín. Este “restaurante”, más conocido como El Club gastronómico El 36 o el Club Gastronómico de María, al que sólo se podía acceder si se pertenecía al club de socios o bien, a través de una invitación, se convirtió en el laboratorio de I+D de María, dónde cada semana se cocinaban nuevas ideas y se elaboraban con mucho cariño nuevos platos.
Tras cada cena, la artífice de la propuesta, vestida con su icónica chaquetilla, salía a charlar con sus invitados sobre el menú de la ocasión para conocer sus gustos e ir interiorizando sus necesidades y deseos. Las ganas y motivación de María por sorprender cada fin de semana hicieron que el Club gastronómico el 36 fuese un lugar cada vez más deseado, llegando a contar con listas de espera para visitarlo. Esta gran acogida motivó a la joven emprendedora a tomar una gran decisión en su vida, abrir un pequeño local en Lagasca como un experimento más, abierto al público con una propuesta gastronómica en forma de pintxos y pequeños platos; en un guiño y homenaje a sus orígenes vascos.
Como muchas grandes decisiones, VE-GA comenzó poco a poco y de forma sencilla, a través de la venta de tartas, cajas de galletas y bombones que María de la Vega elaboraba de manera artesanal en la cocina de su casa
Al mismo tiempo que el nombre de María iba resonando con más fuerza por el panorama gastronómico madrileño, su catering también continuaba creciendo. VE-GA Catering es uno de los pilares fundamentales de VE-GA, el salto al mundo de la gastronomía con el que María había soñado. Por eso, la creadora de la marca cuida y mima este área con un cariño especial. Este servicio ofrece una total y absoluta flexibilidad adaptándose a la personalidad y necesidad del cliente en cada evento u ocasión especial gracias a su variedad de opciones. Además, VE-GA Catering cuenta con dos formatos; un catering tradicional en el que se incluye camareros, servicio y montaje, y una cómoda y novedosa alternativa en la que se elabora el menú elegido y lo dejan listo en casa a falta de un toque de horno para que esté listo para disfrutar, una opción perfecta para encuentros en petit comité o para lucirse en una cena.
Su enorme dedicación y su savoir faire dieron sus frutos con la apertura de otro restaurante con el que hoy sigue deleitando a su público a través de la creación de platos tradicionales con un toque moderno y cosmopolita en pleno barrio Salamanca. Su propuesta gastronómica, que hace un homenaje a la cocina tradicional, esa que despierta la memoria y evoca los mejores momentos en torno a la mesa a través de los sabores, pero siempre con un toque innovador y muy personal, ofrece una variedad de aperitivos y platos para combinar al gusto. Desde tapitas, como el cestillo de foie con yema de corral y salsa trufada o la brocheta de pulpo con tocineta, hasta platos como verdinas de Ribadeo con taco de bacalao y su pil-pil; los chipirones rellenos en su tinta, la hamburguesa de costilla a baja temperatura con lombarda salteada o el magret de pato con pera al Oporto y chips de boniato, recetas muchas de ellas rescatadas del recetario de su madre.
Desde sus diferentes áreas, la propuesta gastronómica de VE-GA hace un homenaje a la cocina tradicional, esa que despierta la memoria, los recuerdos y los sentidos, pero con un toque actual y muy personal
Su carta también esta pensada para los más golosos, que pueden degustar platos que se llevan elaborando desde los inicios de VE-GA, como su característica cookie con helado de chocolate blanco o su coulant de chocolate al momento con helado de vainilla. Además de otras obras de arte dulces, como la tarta de limón o el tocinillo de cielo con helado de café, elaboraciones que se pueden disfrutar tanto en el restaurante de Juan Bravo como en el catering.
María lo tuvo muy claro en sus inicios y, tras más de una década, VE-GA sigue manteniéndose fiel a su filosofía y es un proyecto que ofrece una experiencia gastronómica tradicional, incorporando notas que reflejen la personalidad moderna y cosmopolita de su creadora, apoyándose siempre en productos de gran calidad, en proveedores de proximidad y en procesos y elaboraciones íntegramente artesanales y caseros.
Calle Juan Bravo 29
28006 Madrid