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  • Redacción. Madrid

Castillos del mundo, entre la defensa y la estética

Casi siempre en las alturas y siempre para la defensa frente a ataques, los castillos son elementos omnipresentes en el mundo. En las páginas siguientes, presentamos una muestra ínfima de la riqueza arquitectónica de estas fortalezas en lugares como Rusia, Eslovaquia, Rumanía, Escocia, España, Portugal, Alemania y Lituania que deberían incluirse en tu libro de viaje.


A lo largo de la historia, las distintas civilizaciones han construido lugares para defenderse de las amenazas externas; comenzaron teniendo un uso práctico, sin intenciones estéticas, pero con la evolución histórica, se convirtieron en auténticos palacios que dieron lugar a los más bellos edificios en lugares inaccesibles en la muchos casos.


Hoy, sin embargo, es posible visitar la mayoría de estas joyas repartidas por el globo, que siempre integran elementos como torres y patios de armas; muchos de ellos se ubican en lo alto de una montaña, sobre acantilados y, si no estaban en un alto, incorporaban fosos y barreras para disuadir al enemigo, que en ocasiones se completaba con hierros e incluso cepos para impedir el paso a los caballos; son de gran anchura para repeler el ataque con proyectiles y de gran altura, para evitar el acceso escalando; los muros se rematan con almenas o con espacios salientes para divisar al enemigo sin dificultad.


Las puertas constituyen otro de sus elementos defensivos: con matacanes, con saeteras, forradas con hierro para evitar el incendio, utilizando trancas para evitar su rotura, al igual que la torre del homenaje, donde terminaba la conquista definitiva, por lo que se rodeaban de puentes levadizos o se construía un muro perimetral y se rodeaba también de matacanes, todo para repeler cualquier invasión. Para disponer de agua en tiempos de asedio, incorporan un depósito excavado en el suelo y recubierto con pintura antifiltración, llamada almagra, que les permitía contener el agua de lluvia.


Hoy es posible visitar la mayoría de estas joyas repartidas por el globo, que siempre integran elementos como torres y patios de armas

Rusia y Eslovaquia: Nest de Swallow y Bled

En la península de Crimea, Rusia, se encuentra uno de los castillos más pequeños y bonitos del mundo, el de Nest de Swallow, conocido como Nido de Golondrina, sobre el Mar Negro. El edificio actual, se construyó en 1911 sobre la cabaña de madera que un general ruso había construido en 1895, a la que denominó “Castillo del amor”. Lo más interesante es su tamaño, sólo 20 metros de largo por 10 de ancho y su ubicación, a 40 metros de altura sobre un acantilado; aún así, tiene dos dormitorios, una torre, vestíbulo y hasta habitación de invitados. La casa fue adquirida por el barón alemán von Steingel que la reemplazó por el actual edificio para venderlo tres años después a Pg Shelaputin que lo destinó a restaurante. Sobrevivió a un terremoto en 1927 y después estuvo cerrado hasta 1968, cuando se reforzó la estructura y se rehabilitó parcialmente. Actualmente, se utiliza para realizar exposiciones.


Nest de Swallow


También a 130 metros de altura, dominando el lago Bled y todo su entorno, se encuentra el Castillo de Bled, en Eslovenia; su capilla gótica es muy interesante y en el interior se pueden ver exposiciones de armas y mobiliario de la época; tiene una tienda de vinos y un restaurante con terraza, pero lo mejor está en las impresionantes vistas que ofrece hacia el exterior.

Escocia y Rumanía: Hunyad, Peles y Dover

En la región de Transilvania, en Rumanía, concretamente en el antiguo pueblo minero de Hunedoara, el castillo de Hunyad, que aunque gótico en su mayoría, adquirió también con el tiempo elementos renacentistas y barrocos, se distingue por sus siete torres y por su gran tamaño. Actualmente, se dedica a conciertos y otros eventos. También en Rumanía, en la localidad balnearia de Sinaia, encontrarás el bonito castillo de Peles, puramente neorrenacentista pero con tintes sajones, con más de 160 habitaciones y salones y un rico mobiliario.

Castillo de Hunyad,Transilvania, Rumania


En Escocia, el castillo de Dover, contiene un faro romano y una iglesia sajona; se distingue porque sus túneles subterráneos están conectados al puerto; fueron utilizados durante la Segunda Guerra Mundial. En los terrenos del castillo, se encuentra St Mary de Castro, iglesia construida junto al faro romano.

España: El Alcázar y Bellver

En España, el Castillo de Bellver, en la isla de Mallorca, fue residencia real; ahora es propiedad municipal y alberga al Museo de Historia de la Ciudad. Tiene barbacana, puente. levadizo, garitones y un espectacular patio de armas con veintiún arcos de medio punto; su torre del homenaje, de 33 metros de altura, es su elemento más emblemático.

El Alcázar de Segovia es conocido en el mundo entero, con estilos arquitectónicos de distintas épocas, siendo la torre del Homenaje uno de sus elementos más bellos; en él se forman los oficiales de Artillería del Ejército español y es, posiblemente, el centro de formación de oficiales en activo más antiguo del mundo.


El Alcázar, Segovia

Sintra: Castillo de los Moros y Palacio da Pena

El Castillo de los Moros, que domina toda la ciudad de Sintra, garantizó durante siglos la vigilancia y protección de Lisboa y sus alrededores. Se construyó en el siglo IX, cuando los árabes ocuparon el territorio. El recinto está repleto de muestras de los usos y costumbres de la época, con silos excavados en la roca para guardar el cereal en tiempos de los musulmanes o grandes cisternas, donde se almacenaban las reservas de aguas pluviales, con grandes conos de ventilación que garantizaban la potabilidad del agua. La Alzaba, en la época musulmana, era la residencia del Alcaide; se ubicaba en lo más alto, en la zona más alta del castillo, para preservarla de cualquier ataque que pudiera producirse desde fuera o desde el interior de la fortaleza. La Puerta de la Traición, en la zona oeste del castillo, era un pasaje secreto para permitir la fuga o entrada de refuerzos. Junto al castillo, por un sendero de la montaña, se llega a pie (también puede hacerse el recorrido en autobús), al Palacio da Pena, que es la máxima expresión del romanticismo en este rincón que es Patrimonio de la Humanidad. Se ubica en la colina y rodeado de bosques y es inconfundible por su colorido y la mezcla de estilos morisco, gótico, manuelino y renacentista.


Castillo de Sintra, Portugal

Eslovaquia y Lituania: Spis y Trakai

El Castillo de Spis, en el pueblo de Zehra, en Eslovaquia, se construyó sobre un castillo anterior y fue creciendo de tamaño gradualmente hasta convertirse en el centro político, económico y cultural de toda la región del mismo nombre; un incendio lo destruyó en 1780 y fue parcialmente reconstruido en el XIX, tras una extensa investigación arqueológica. En la parte del castillo restaurada tras el incendio, se encuentran la exposición histórica y la prisión subterránea, donde se exhiben los instrumentos de tortura que utilizaban en siglos pasados. Es uno de los más grandes de Europa y escenario de películas como “La última legión”. Desde 1993, es Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El Castillo de Trakai, junto a las aguas de los lagos Galvé y Lukos, merece una detenida visita. Se construyó en 1321, pero fue destruido por los teutones en 1391 y restaurado veinte años más tarde; en 1950, el castillo fue nuevamente restaurado y en 1962 se abrió una colección con el Museo de Historia Trakai en su interior, que representa el ducado de Lituania. Para acceder existe un largo puente de madera y en su interior existen varias salas, destacando el patio de armas; la torre del Gran Duque es una de sus partes más emblemáticas. En verano, es sede de conciertos, ferias gastronómicas y de artesanía y torneos medievales.


Castillo de Trakai

Alemania: castillo de Lichtenstein y castillo Neuschwanstein

Cerca de Stuttgart, en Baden-Wutemberg, en los alrededores de la Selva Negra, se encuentra este castillo que se construyó sobre otro previamente edificado, en estilo neogótico, entre 1839 y 1842. Para acceder, existe un pequeño puente típico de una escena de fantasía y en el interior se encuentran la sala de armas, donde se exhiben armaduras con más de 400 años de antigüedad, la capilla, con cristaleras del siglo XIV y una bonita bóveda, así como la sala de caza, la cámara real y la sala de los caballeros. La panorámica que ofrece sobre el valle es espectacular si el tiempo acompaña. La visita al interior del castillo es guiada sólo en alemán y dura una media hora, con un precio que oscila entre los 3,50 y los 8 euros.


Castillo de Lichtenstein, Alemania


Otro espectacular castillo que no debes perderte en tu viaje a Alemania es el de Neuschwanstein, en el Estado Libre de Baviera, que fue fruto de la fantasía romántica de Luis II, quien quiso construir un castillo medieval y llevó a cabo su deseo en 1869. Eligió un lugar entre lagos y montañas y sobre el desfiladero de Pöllat, en los Alpes Bávaros, creó esta composición que ha alcanzado fama mundial por la combinación de estilos y por las piezas fantásticas que alberga en su interior. El castillo es toda una lección de historia y fantasía donde puedes encontrar referencias a numerosas leyendas, el que se dice es el primer teléfono móvil de la historia, una cocina que aprovechaba el calor siguiente las reglas de Leonardo da Vinci y 200 habitaciones y estancias que se distribuyen en sus 6.000 m2. Las salas de los Cantores y la del Trono son las más grandes, inspiradas, respectivamente en el castillo de Wartburg y en la iglesia de Todos los Santos de la Residencia de Múnich. HA sido escenario de dos temporadas de la serie televisiva The Amazing Race y fue el fuente de inspiración de Walt Disney para diseñar el castillo de la Bella Durmiente. Blur lo utilizó como portada de su sencillo Country House, en 1995 y Andy Warhol para su litografía en 1987.

Castillo de Eilean Donan, Escocia

En una pequeña isla de las Highlands de Escocia, a través de un estrecho puente de piedra, se llega a la isla donde se encuentra el Castillo de Eilean Donan, uno de los más emblemáticos de Escocia. Eilean significa isla en gaélico y Donan es el nombre del santo irlandés que se instaló en ella junto a su fieles. Fue utilizado y abandonado en diversas ocasiones y una expedición 46 soldados españoles que acudieron en ayuda de Escocia con motivo del levantamiento jacobita de 1719, relacionado con la famosa serie Outlander, tomó el castillo, aunque meses después los británicos bombardearon la fortaleza tras la rendición de los españoles. En 1911, John MacRae-Gistrap, comenzó su restauración que incorporó el actual puente arqueado, siendo el resultado una reinterpretación romántica de principios del siglo XX. Ha sido escenario de películas como “Elizabeth: the Golden Age” (2007) y “Made of honor” (2008, aunque su aportación más famosa al cine es la que hizo en la película “Highlander” “Los inmortales”, en 1986, representando la fortaleza del clan MacLeod.


Castillo de Eilean Donan, Escocia

En 1911, John MacRae-Gistrap, comenzó su restauración que incorporó el actual puente arqueado, siendo el resultado una reinterpretación romántica de principios del siglo XX

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