Toda reliquia o vestigio religioso vinculado a un lugar santo de relevancia, en el mundo cristiano está ligado a un Camino de Peregrinación. Y, en esto, Cantabria ocupa un lugar destacado ya que es la única región del mundo cristiano que cuenta con dos caminos de peregrinación: el Camino del Norte y el Camino Lebaniego. Ambos caminos de peregrinación son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Por un lado, por Cantabria transcurre la parte del Camino de Santiago que se conoce como Camino del Norte y que va desde Ontón hasta Unquera, pasando por localidades tan emblemáticas como Castro Urdiales, Laredo, Santoña, Santander, Santillana del Mar, Comillas, o San Vicente de la Barquera.
El Camino del Norte, es una de las opciones preferidas de los peregrinos que deciden realizar el Camino de Santiago, gracias a la espectacular belleza de sus paisajes. El Camino del Norte es considerado el primer camino que utilizan los peregrinos para llegar hasta la plaza del Obradoiro, la más antigua de las rutas de peregrinación jacobeas.
Pero es que además del Camino del Norte, que atraviesa la región en su camino a Santiago de Compostela, Cantabria cuenta con su propio Camino de Peregrinación: el Camino Lebaniego.
Esta ruta de peregrinación de 72 kilómetros, que nace en San Vicente de la Barquera y termina en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, se separa del Camino del Norte, en la localidad de Muñorrodero, a 12 kilómetros de San Vicente de la Barquera. Desde la Edad Media está registrada la afluencia de peregrinos al Monasterio Santo Toribio de Liébana, donde descansaban los restos del Santo, al que se le otorgaban propiedades curativas y milagrosas. Allí se acude a venerar al Lignum Crucis, el trozo más grande de la cruz de Cristo que existe. Por eso a los peregrinos del Camino Lebaniego se les conoce como “crucenos” o “Peregrinos de la Cruz”.
El Camino Lebaniego toma una especial importancia este año, ya que en 2023 se celebra el Año Jubilar, el que ya será el número 74 y en el que volverá a abrirse la Puerta del Perdón
Tal y como hacían los primeros peregrinos, la visita al Lignum Crucis en el Monasterio de Santo Toribio es visita obligada. En la Edad Media no se concebía peregrinar hasta Santiago de Compostela sin pasar por Santo Toribio, sin transitar por Liébana. Este lugar era, en sí mismo, lugar de peregrinación, con identidad propia, la que le daba los poderes curativos y milagrosos que se le atribuían a los restos del Santo de Astorga (el que se venera como Santo Toribio) y a la propia Reliquia.
Algunos de estos peregrinos terminaban aquí su camino, otros muchos continuaban hasta Santiago. Varias eran las rutas de enlace desde Liébana hasta Santiago, cada una diferente, cada una con un sello particular. Bien atravesando los Picos de Europa, bien retomando el Camino del Norte o bien a través de la Ruta Vadiniense, todos los caminos llevaban hasta Santiago, no sin antes haber llegado hasta Santo Toribio de Liébana.
El Camino Lebaniego toma una especial importancia este año, ya que en 2023 se celebra el Año Jubilar, el que ya será el número 74 y en el que volverá a abrirse la Puerta del Perdón.
La cuenta atrás para este acontecimiento que tiene lugar cada vez que la festividad de Santo Toribio coincide en domingo, comenzó su cuenta atrás el pasado 16 de abril.
Toda reliquia o vestigio religioso vinculado a un lugar santo de relevancia, en el mundo cristiano está ligado a un Camino de Peregrinación. Y, en esto, Cantabria ocupa un lugar destacado ya que es la única región del mundo cristiano que cuenta con dos caminos de peregrinación: el Camino del Norte y el Camino Lebaniego
Como cada Año Santo, el Gobierno de Cantabria organizará una serie de actividades religiosas y culturales, encaminadas a poner en valor la importancia histórica, social, política y religiosa de la región de Liébana, con el Monasterio de Santo Toribio como punto central.
Tal y como viene ocurriendo desde la Edad Media, cada cierre simbólico de la Puerta del Perdón no supone en ningún caso el cierre de las puertas de la actividad hasta el siguiente Jubileo.
De igual forma, tampoco supone para Liébana el cierre de las puertas de la acogida, sino que, añadiendo este renovado valor a sus ya numerosos recursos, se mantendrán constantemente abiertas para todo aquel que desee conocer esta región disfrutando del legado, el patrimonio y los valores que convierten a esta comarca de Cantabria en “Tierra de Júbilo”, dado que no tiene porqué ser Año Jubilar para hacer la peregrinación y vivir la experiencia del Camino Lebaniego hasta el Monasterio de Santo Toribio.
Toda la información sobre el Año Jubilar Lebaniego y los Caminos Jubilar y Lebaniego, la encontrarás en www.caminolebaniego.com y en www.turismodecantabria.com.
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